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“Cielito lindo”: el legado del compositor Quirino Mendoza

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Creador de uno de los himnos musicales de México, el “Cielito lindo”, el compositor Quirino Mendoza será recordado este jueves, a 60 años de su fallecimiento, ocurrido el 9 de noviembre de 1957.

Quirino Fidelino Mendoza y Cortés nació el 10 de mayo de 1862 en el pueblo de Santiago Tulyehualco, Xochimilco, de la Ciudad de México; fue hijo del organista Poilicarpo Fidelino Mendoza Ocampo y de Juana Cortés de la Rosa.

De acuerdo con la biografía que de él difunde la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), fue su progenitor quien debido a su oficio lo acercó a la música y lo enseñó a tocar el piano, la flauta, el violín, la guitarra y el órgano, instrumentos que gracias a entrega e inspiración, pronto comenzó a dominar.

 

 

En el rubro académico, recibió educación básica en su lugar de nacimiento, para después finalizar estudios en la Escuela Normal de Mestros; al ser hijo de agricultores, recibió de sus padres la enseñanza del amor a la tierra y cómo trabajarla.

Con el estudio de la música se convirtió además en organista por muchos años en las actuales delegaciones de Milpa Alta y Xochimilco, donde dio a conocer sus primeros cantos religiosos, de los que surgió su primera obra “Mi bendito Dios”, en 1880.

Durante esos años, sus piezas religiosas eran bien apreciadas y recibían elogios de quienes las escuchaban, lo cual entusiasmó a Quirino y lo llevó a incursionar en otros géneros, como himnos, polkas, mazurcas, corridos, valses, huapangos, pasodobles, marchas, cantos infantiles, boleros y canciones rancheras.

En ese tiempo, al no ser buen negocio la música, adoptó como verdadero oficio la docencia de nivel primaria, ocupación que lo complementó, pues de acuerdo con sus biógrafos lo hizo feliz y le permitió transmitir valores y amor a la vida a sus pequeños pupilos.

 

Cuentan que en sus ratos libres, disfrutaba pasear por la sierra, donde conoció a Catalina Martínez, mujer con quien sostuvo un largo noviazgo que culminó en matrimonio, y quien fue la inspiración de su más grande tema: “Cielito lindo”, pieza ejecutada por primera vez el 10 de mayo de 1882, cuando él tenía 20 años.

La página oficial de la Fonoteca Nacional señala que la pieza fue grabada por primera vez en 1918, interpretada por una de las más grandes cantantes mexicanas y referente de la canción ranchera, Lola Beltrán, durante un concierto de gala realizado en el Palacio de Bellas Artes, en 1990.

 

Durante el periodo revolucionario, Quirino ingresó a las filas de Maclovio Herrera y luego a los Villistas como soldado raso, lapso en el que se acostumbró a apaciguar el tiempo de batalla con melodías acompañadas por su guitarra.

De esa época surgieron “Jesusita en Chihuahua” y “La Joaquinita”, las cuales fueron compuestas cuando se estrenó en el grado de Teniente Coronel en el pueblo de Loreto, mientras que era director de la orquesta de Puebla, en 1916.

Según otra biografía difundida por la delegación Xochimilco, de donde era nativo, uno de los momentos más significativos de su vida fue cuando compuso un himno al Rey de España, Alfonso XIII, el cual fue presentado en el Palacio Real de Madrid, España el 12 de octubre de 1919.

En agradecimiento, el Rey le entregó una carta de felicitación y una medalla, reconocimiento al que se sumó el del Club Internacional de Mujeres, que le rindió un homenaje por haber organizado una orquesta típica femenina, de la que fue maestro.

Para el maestro Mendoza, gran amante de la música, su mayor deleite era escuchar y disfrutar cada nota, de ahí que gozara que sus melodías y canciones se tocaran en México y varias partes del mundo.

Entre sus temas más exitosos se encuentran “Cielito lindo”, “Jesusita en Chihuahua”, “Rosalía”, “Joaquinita”, “Xochimilco”, “La noche tiende su manto”, “Honor”, “Gloria”, “Las espuelas de Amozoc” y “Alegría de vivir”.

Su exitosa carrera tanto musical como docente lo hicieron merecedor de una gran variedad de premios y reconocimientos, entre los que destacan la Medalla Maestro Manuel Altamirano, concedida por las autoridades educativas por 58 años de servicio.

La Mención Honorífica del Presidente de los Estados Unidos de América, Harry S. Truman, la del Emperador Hiroito de Japón, y menciones honoríficas de los gobiernos de Chile, Honduras, Venezuela y Cuba por su tema “Cielito lindo”, además de un sinnúmero de diplomas, trofeos, discos de oro y placas conmemorativas.

Fue autor de 73 himnos, 102 canciones (pasos dobles, marchas, foxes), 57 cantos para los jardines de niños, 50 huapangos, polkas, corridos, valses, boleros, rancheras, mazurcas y cantos religiosos. Murió el 9 de noviembre de 1957, en la Ciudad de México, a los 95 años.

Para ese momento, el maestro Quirino preparó y compuso su propia marcha fúnebre titulada “Juanita”, la cual fue interpretada durante su velorio tal y como el artista lo tenía dispuesto.

Por su enorme legado, en 1977 se le rindió un homenaje póstumo y fue entonces que sus restos mortales fueron exhumados y trasladados del panteón de Tulyehualco, al lote de los hombres ilustres de Xochimilco que se encuentra en Xilotepec.

Actualmente, el autor sigue recibiendo reconocimientos, como un Diploma y Medalla de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), de la que fue miembro fundador, por su canción inmortal “Cielito Lindo”, la cual es interpretada como signo de identidad para los mexicanos.