Salvador Flores Rivera, mejor conocido como Chava Flores, nació en la calle de la Soledad número 66, en La Merced, el 14 de enero de 1920. Su familia era de origen humilde y tuvo que mudarse en numerosas ocasiones. Vivió en vecindades de las colonias Doctores, Roma y Peralvillo, en el barrio bravo de Tepito, en Tacuba, Santa María la Ribera y en la Unidad Cuitláhuac.
Antes de convertirse en cronista musical de México, Chava Flores tuvo un sinnúmero de empleos como costurero, impresor, cobrador y repartidor de carne, por mencionar algunos.
Primeras estrofas
Su labor como impresor lo acercó a su vocación de compositor. En 1949 tuvo la oportunidad de ser la cabeza de un proyecto editorial, e hizo realidad a una publicación quincenal titulada El álbum de oro de la canción. Esta revista hacía una recopilación de temas que en ese momento estaban sonando, pero también recordaba aquellos que aún hacía eco en la memoria de las personas.
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A raíz de esto, Chava conoció a muchos compositores, a los cuales siempre les tuvo un gran respeto y admiración. “De mi mente desesperada por el infortunio surgió El álbum de oro de la canción. Ahí desahogué mis ansias guardadas por ese hermoso arte que tanto amé y que nunca había sido mío”, expresó en alguna ocasión.
En 1952, se estrenó como compositor con los temas “Dos horas de balazos” y “La tertulia”. La primera canción narra un enfrentamiento de la policía con un grupo de ladrones. La segunda es la crónica de una convivencia familiar muy al estilo de Chava Flores.
La consolidación del cronista
A partir de entonces la simpática e ingeniosa música de Flores fue ganando popularidad. Canciones como “La Bartola (peso sobre peso)” y “Llegaron los gorrones” dieron cuenta de las carencias y las curiosas situaciones de la sociedad mexicana.
Sin embargo, temas como “¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?”, “Sábado Distrito Federal” y “Voy en El Metro”, lo inmortalizaron como el cronista musical de la ciudad.
Flores escribió más de 200 canciones. En ellas logró representar, como nadie, la idiosincrasia del mexicano.
Luego de 31 años de carrera, Chava decidió retirarse. Su voz estaba desgastada y ya no podía cantar más. En su última presentación en el Teatro Ferrocarrilero soltó unas cuantas lágrimas mientras escuchaba las ovaciones de los asistentes.
El 5 de agosto de 1987, Chava Flores sufrió un paro cardiaco y perdió la vida. No obstante, su ingenio y buen humor lo acompañarían hasta la sepultura. En el epitafio de su tumba, ubicada en el Panteón Jardín, se puede leer: “Si volviera a nacer quisiera ser el mismo pero rico, nada más para ver qué se siente”.
Fotos: Especial