Por Laura Navarro Palacios
El estado de Campeche es un destino turístico excepcional que cuenta con la mayor reserva nacional de bosque tropical y actividades de ecoturismo como pesca deportiva, aviturismo, avistamiento y nado con delfines, entre otros, gastronomía tradicional y cultura ancestral.
Con más de 525 sitios arqueológicos, variedad de restaurantes y hoteles calificados desde dos hasta cinco estrellas, sobre todo por la hospitalaria atención de los campechanos, a lo largo y ancho del estado los visitantes pueden disfrutar de turismo de aventura, tradiciones e impactantes ciudades antiguas, olores y sabores que preservan sus comunidades.
De acuerdo con información del gobierno del estado, las secretarías de Turismo (Sectur) estatal, de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), difundida en Internet, Campeche enmarca en 16 zonas arqueológicas mayas, distribuidas en sus 11 municipios, cuatro estilos de arquitectura de relevancia histórica y patrimonio mixto del país.
Municipios como Calkiní, Candelaria, Carmen, Champotón, Escárcega, Hecelchakán, Hopelchén, Palizada y Tenabo y Calakmul poseen importancia histórica no sólo para el estado sino también nacional, al ser una parte trascendental del Patrimonio Universal de México.
Entre los sitios a visitar en este destino turístico ubicado en el sureste de México están el Centro Histórico, donde es inevitable un recorrido por sus calles con casonas coloridas que evocan leyendas e historias de la ciudad Fortificada de Campeche, cuya cultura data de hace más de tres mil años.
Reconocimiento que logró por su valor como localidad portuaria de estilo barroco y sistema de fortificaciones, ejemplo de la arquitectura militar hispanoamericana de los siglos XVII y XVIII, donde hoy se erigen museos como el de las Estelas Doctor Román Piña Chan o Museo de Arquitectura Maya.
Asimismo, el Parque de Patrimonio de la Humanidad con su fuente interactiva, la Plaza de la Independencia, rodeada por edificios fundados para dar legitimidad a los conquistadores, como el Astillero, la Aduana, la Audiencia y la Catedral barroca, la Mansión Carvajal, el Teatro Francisco de Paula Toro y el Palacio Municipal.
En ese tenor destaca la Puerta de Mar, una de las cuatro que permitían traspasar la muralla de la ciudad desde fines del siglo XVII. Junto a ella está el Baluarte de Nuestra Señora de la Soledad, que ahora es un museo de escultura maya.
Están también la Puerta de Tierra y el Baluarte San Francisco, que alberga una museografía dedicada a los piratas, para luego recorrer el “Paso de Ronda”, sobre los 400 metros de muro original que van hasta el Baluarte San Juan, al sur de la propia zona.
Recorrer El Malecón lleva a vivir otra gran experiencia por su andador, donde algunos paseantes van a patinar, montar bicicleta o simplemente a disfrutar de sus áreas de esparcimiento en un atardecer con una vista maravillosa.
Es también un gran atractivo a visitar sus fuertes como el de San José y el de San Miguel, al igual que los de San Carlos, Santa Rosa y otros que hoy son jardín botánico o museos y monumentos históricos.
En este contexto, destaca la zona arqueológica de Calakmul, reconocida por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en la lista del Patrimonio Mundial Mixto (natural y cultural), siendo el único en el país con esta categoría, cuyo nombre alude a la región donde nace la civilización maya.
Se trata de la Reserva de la Biosfera de Calakmul (RBC), un yacimiento arqueológico prehispánico maya ubicado al sur del estado, muy cerca de Guatemala, el cual fue la metrópoli más grande de los mayas, sede de su poder militar, cultural y económico, de cuya historia dan cuenta sus pirámides y edificaciones, resaltadas a través de la Ruta del Reino Kaan.
La RBC está incluida en el Programa de Conservación de la Biodiversidad en Áreas Naturales Protegidas Selectas de México y representa uno de los agrupamientos de unidades prehispánicas más sobresalientes del país.
Sin embargo, su mayor relevancia es la de albergar ecosistemas de riqueza biológica amenazada, de acuerdo con información del gobierno del estado en su página Web.
El portal de internet México desconocido señala que la Biosfera de Calakmul por sí sola es un gran atractivo. Es el segundo pulmón de América y la reserva tropical más grande México.
“Alberga a alrededor de 86 especies de mamíferos, se encuentran presentes cinco de los seis felinos que existen en México (jaguar, puma, ocelote, tigrillo y leoncillo), y se han hecho 73 registros de orquídeas, esas delicadas flores que nunca había visto de manera silvestre y que en su hábitat natural lucen más guerreras, menos frágiles”, se señala.
Su zona de influencia cuenta con aproximadamente 525 sitios arqueológicos, y por su extensión y ubicación, ésta región representa una de las pocas posibilidades de conservar poblaciones genéticamente saludables de especies que están amenazadas de extinción en México.
Otra zona arqueológica ineludible de visitar es Edzná, muy cerca de la capital de Campeche, donde se ubicó una de las antiguas ciudades más hermosas de la región, gran metrópoli cuya riqueza de edificaciones muestran el poder político, económico y religioso que tuvo lugar entre los años 600 y 1200 de nuestra era.
Ahí se encuentra la Casa de los Itzaes, una de las ciudades mayas más interesantes de México, debido a los avances tecnológicos que en ella plasmaron sus pobladores.
Entre otros atractivos figuran también sitios como La Muñeca, situada al Noroeste de Calakmul , que constituyó un centro tributario importante, así como Uxul, al sureste y cerca de la frontera con Guatemala.
Asimismo, Oxpemul y las ciudades de El Hormiguero, Becan y su fosa, Chicanná y otras de la región de Río Bec con torres iconografiadas y túneles con escaleras, como los de X´pujil, y más al norte, en la zona de los Chenes, donde se aprecian fachadas hermosamente decoradas como en Hochob, un sitio arqueológico ubicado en esa región.
De igual forma, los amantes de la naturaleza no pueden perderse una visita al Pueblo Mágico de Palizada, cuyo título fue otorgado en 2011 y que actualmente se perfila como un lugar ideal para la práctica del ecoturismo gracias a atractivos naturales como las grutas fluviales y el río Palizada, donde la pesca deportiva tiene un lugar especial.
De acuerdo con información en la página web de la Secretaría de Turismo del estado, otros sitios de gran interés son las grutas Xtacumbilxunaan, en el municipio de Hopelchén, al noreste de Campeche, considerado un lugar sagrado por lo mayas.
Su nombre significa “lugar de la mujer escondida”, en cuyo interior se observan estalactitas y estalagmitas.
Está también uno de los parajes más bellos, llamado “balcón de la bruja”, donde se aprecia una bóveda abierta, por donde entran algunos rayos del sol y donde se presenta para el turismo espectáculos de luz y sonido.
Y, sin duda, otra gran experiencia es la observación y nado con delfines en la Isla Aguada del municipio de Carmen.
En cuanto a su gastronomía, los campechanos ofertan exquisitos platillos, acompañados de una esmerada atención.
La ciudad de Campeche es famosa por su refinada comida y alta calidad de sus materias primas. Además de preparar los platillos típicos de la península, sus habitantes cuentan con una gran variedad de productos del mar. De cazón hacen panuchos, empanadas, tamales, tacos y el popular pan del mismo nombre.
El pámpano en escabeche es delicioso como lo son los camarones al coco, al natural, en paté, en coctel y en platillos calientes. El chile x´catic lo hacen relleno de cazón y capeado.
De los cangrejos, comen las patas en frío, con distintos aderezos. Único en sabor es el papaché, que se cría en los manglares, de acuerdo con dicha información.
Además de los platillos típicos con productos del mar, en cuyo litoral campechano abundan los peces como la rubia, el payaso, la cherna, el pargo, el mulato, la raya, la mantarraya, la corvina, el pargo dientón, el tiburón y el pámpano, están los tamales de harina colada, rellenos de picadillo de puerco o de carne de gallo capón con salsa de achiote,
Y como complemento a la variedad de platillos con que cuenta el estado, el chile habanero es el más común para sus salsas, aunque también se utilizan otros para hacer adobos; el achiote es muy apreciado, así como las especias y hierbas de olor, que dejarán un gran sabor de boca a los visitantes que gustan del picante, que algunos consideran extremo.