Es difícil despertar. No por el cansancio, sino por el calor. Apenas son las 7 de la mañana y ya estás sudando. No puedes abrir las ventanas. El aire está muy contaminado, y corres el riesgo de enfermarte. No querrás despertar tosiendo como tus padres. Respirar el aire matutino te convertiría en uno más, de los tantos casos de asma que se han presentado.
Checas el clima, la probabilidad de lluvia es del 70%. Seguro hoy habrá inundación, no es un día para salir. El transporte tardará en llegar y las calles se volverán ríos. Es irónico, considerando como escasea el agua, como ha escaseado todos estos años. Antes sólo eran unos días, después semanas y meses. Es increíble a lo que uno se acostumbra.
La gente cada vez está más enferma. A comparación de tu familia, eres el más sano. Pero tus casos de diarrea son más constantes y cómo te mantienes hidratado sin agua. Hoy te sientes bien, mañana quién sabe lo que pasará.
Sólo miras por la ventana, cada día ves menos plantas y el cielo está nublado por esmog. Recuerdas los días fríos, cuando usabas todos los abrigos y suéteres de tu clóset. Cuando las bufandas eran para taparte y ahora, las usas como cubrebocas.
Pero no son suficiente, aún hueles la gasolina y quién sabe que otros gases. Las estaciones han dejado de existir, el invierno cada vez dura menos y la mayor parte del año parece verano. Un verano infernal y eterno. Los mosquitos son imparables.
Al principio bromeabas, diciendo que te sentías en “Mad Max”, hoy, ya es una realidad y no da risa.
No, no es el inicio de una novela o un cuento. Sé que suena a ficción, pero en 50 años podría ser realidad. No hay ninguna exageración. Si la temperatura sube 2 grados más los polos dejarán de existir, junto con su fauna. Sí, adiós a los osos polares y focas. Se crearán nuevos ecosistemas, pero eso no es necesariamente bueno. Las costas, como las conocemos, desaparecerán. Las islas se harán más pequeñas. Las selvas corren riesgo de desaparecer y los incendios serán más comunes e incontrolables. La tasa de mortalidad se elevará.
Por esta razón insistimos en el cuidado del planeta. Es en beneficio de todos. Cuidar el agua, ahorrar energía y evitar el uso de autos no debería ser medidas temporales. Recoger la basura es nuestra responsabilidad y reciclar debe ser una costumbre. No podemos rendirnos, sin haberlo intentado todo.