Uno de las enfermedades más graves que aqueja nuestra sociedad es el Alzheimer. Tan sólo en México, aproximadamente 800 mil personas presentan esta enfermedad neurodegenerativa, que incapacita en varios niveles; pérdida de memoria, problemas para comunicarse y desorientación.
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¿Y la cura?
Lamentablemente aún no hay cura para tratar el Alzheimer. Por lo que es urgente que se tomen medidas individuales para prevenir su desarrollo a largo plazo. Los investigadores, Clorinda Arias Álvarez, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), y Federico Bermúdez Rattoni, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM. Remarcan la importancia que tiene ejercitar el cuerpo, activar el cerebro y llevar un estilo de vida saludable para descartar esta enfermedad.
“Estamos ante una emergencia epidemiológica en los próximos años. Pues la prevalencia de algún tipo de demencia a los 60 años es de cinco a 10%, pero a los 90 años se incrementa casi a 50 por ciento”.
Clorinda Arias Álvarez, investigadora
Una vida sana sería la respuesta para el Alzheimer
Si bien actualmente se estudia la relación que tiene la obesidad y el Alzheimer esto aún no está confirmado del todo. Sin embargo, la vida sedentaria junto con el consumo desmedido de alimentos inadecuados, pueden causar un síndrome metabólico. Donde detone a nivel cerebral el padecimiento.
Por su parte, el experto en neurobiología de la memoria, Bermúdez Rattoni comentó:
“Exponer a la gente a resolver problemas cognitivos, como serían aprendizajes nuevos. Por ejemplo, de idiomas, música, cualquier cosa que requiera de un esfuerzo cognitivo será muy importante para retrasar la aparición de la enfermedad. Además, hacer ejercicios mentales no tiene efectos colaterales”.
Conoce las causas y cómo cambiarlas
En adultos mayores las causas que pueden detonar la enfermedad son la mala salud cardiovascular, defectos en el riego sanguíneo la hipertensión arterial, los infartos, la aterosclerosis y la diabetes.
Pero en general, si queremos evitarlo debemos tratar de mantener dentro de los límites normales la glucemia, las cifras de colesterol y la tensión arterial. Así como dejar el tabaco y realizar ejercicio físico de manera habitual. Si se hace con constancia, estos cambios supondrían un importante impacto en la prevención del Alzheimer.
Con información de DGCS UNAM
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