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Alma libre y corazón romántico. Así fue el ‘Flaco de Oro’ Agustín Lara

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Un 30 de octubre, nuestro país vio nacer a uno de los más grandes compositores. Sus melodías se han interpretado alrededor de todo el mundo y sus letras han perdurado por muchas generaciones. Desde nuestras abuelitas, mamás y hasta nosotros los jóvenes nos hemos enamorado con sus melodías y es un gran legado para la música mexicana.
Me refiero a Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón Lara y Aguirre del Pino, sencillamente Agustín Lara.

Un poeta, musico, compositor e interprete bohemio.

El lugar y año de su nacimiento es un misterio. Unos dicen que fue el 30 de octubre de 1897, en la ciudad de México. Sin embargo, él decía ser originario de Veracruz y haber nacido en 1900 (se quitaba tres años de edad).

Sus padres eran Joaquín Lara y María Aguirre del Pino Paso. Parte de su niñez la paso en el municipio de Tlacotalpan. El primer contacto que tuvo con la música fue con un armonio que había en una capilla de la casa de su tía. Desde ahí empezó a tener habilidad y talento para el piano, fue a varias clases y después aprendió de forma autodidacta.

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Foto: Especial

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Su padre de carácter fuerte, era militar y se oponía a que tocara ese instrumento. Cuando tenia 12 años sus padres se separaron y el chico se fue a trabajar para apoyar a su mamá. Le decía que trabajaba en telégrafos en el turno nocturno, pero comenzó a trabajar como pianista en un prostíbulo.

A sus quince años ingresó al Colegio Militar, aunque no estuvo por mucho tiempo. Ya en la década de los 20’s empezó a tocar el piano en centros nocturnos, cantinas, casas de citas, reuniones sociales y salas de cine. Tuvo un percance con una bailarina de un club nocturno y ésta le hirió la cara, dejándole una cicatriz que se volvería parte de su identidad.

El camino a la fama

Las salas de cine le dieron mucha experiencia y adquirió popularidad, El tenor Juan Arvizu y Maruja Pérez dieron a conocer sus composiciones.

Para septiembre de 1930 llegó su éxito y fama en la radio. Formó su primera orquesta llamada ‘El son de Marabú’. Poco después se quedó al frente del programa La hora azul, y llegó a tener su propio programa llamado La hora de Agustín Lara, en la XEW.

Compartió escenario con intérpretes como Toña la Negra, Pedro Vargas y Alejandro Algara. Entre sus canciones más reconocidas encontramos: Solamente una vez, Sabor a mí, Amor de mis amores, Alma corazón y vida, Amorcito, corazón, Piensa en mí, Arráncame la vida y Mujer.

También compuso canciones para diversas películas, entre ellas ‘Santa’ (1931), la primera película sonora que hay en México. En el cine actuó en películas como Novillero (1936) y Coqueta perdida (1949). Su popularidad empezó a crecer y traspasar fronteras. Realizó giras por varios países y nuevas composiciones aumentaron su fama.

Agustín Lara: Hombre de mil amores

Las mujeres fueron siempre parte de su vida, y la mayoría de sus letras son dedicadas a ellas. Por eso, a pesar de no ser atractivo, enamoró a muchas. Se casó por primera vez en 1939 con Carmen Zozaya. Con María Félix se casó en 1945, quien paso a ser su musa. Su regalo de bodas en ese entonces fue ‘María bonita’ y le dedicó ‘Aquel amor’, ‘Noche de ronda’, ‘Humo en los ojos’ y ‘Madrid’ (chotis).

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Foto: Especial

Otros de sus amores fueron Clarita Martínez, Yolanda Gazca, Vianey Lárraga, y Rocío Durán. Nunca tuvo hijos.

Agustín Lara tiene más de quinientas composiciones, algunas de las más famosas son: Morucha, Tengo celos, Granada, Farolito, Lamento Jarocho, Cabellera negra, Gotas de amor y Tus pupilas. Han sido interpretadas por muchos cantantes famosos de diferentes nacionalidades.

Fue Presidente Honorario Vitalicio de la Sociedad de Autores y Compositores de Música. Falleció en el hospital inglés de la Ciudad de México un 6 de noviembre de 1970. Sus restos se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres en el Panteón Dolores.

Sin duda un gran poeta, musico, compositor quién nos dejó un legado de música que perdura hasta el día de hoy.