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Albures, juerga mexicana que forma parte de la cultura de nuestro país

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Si por algo destaca México no es sólo por su gastronomía o paisajes naturales, sino también por su facilidad para los albures, los cuales se creen que tiene su origen desde los mexicas en sus cantos que hacían alusiones eróticas ocultas. Sin embargo, también existe la idea de que este juego de palabras con significados sexuales ocultos surgió entre los indígenas para burlarse de los españoles o de los mineros de Pachuca, Hidalgo ya que pasaban largas horas encerrados y era una forma de crear diversión a través del lenguaje durante la Colonia. Por lo visto, los pastes no fueron lo único que nos dieron los mineros hidalguenses y en Más México te contamos más de esta juerga:

Agilidad mental y significado no literal

Aunque los albures no son 100% exclusivos de nuestro país, el lenguaje mexicano permite crearlos con facilidad debido a la agilidad mental y al significado no literal que se le da a las palabras. No cualquiera tiene la agilidad para crearlos durante un contexto oportuno ya que el albur se genera por las similitudes que se dan entre ciertos objetos como: palo, gomas, huevos, salchicha y la forma que tienen diferentes partes del cuerpo humano: como el pene, los testículos o los senos, es decir, se utilizan estas figuras retóricas para representar cuestiones relacionadas con el sexo.

Este tipo de juerga se daba en un inicio entre estratos sociales bajos, aunque con el paso de los años esto a sobre pasado las barreras, siendo un juego cotidiano mayormente entre los hombres y algunas mujeres entre el erotismo, la sutil intimidación y el ingenio. En nuestro país todos aplican las frases en doble sentido sin importar condición social, nivel cultural o académico.

La leyenda del albur en Tenochtitlan

Cuenta la leyenda que “una nación recientemente sometida al imperio de Tenochtitlan compuso un canto mofándose del emperador en el que se hacía referencia a la incapacidad del monarca Tenochca para “conquistarla”, aludiendo a la nación recientemente conquistada. Eventualmente, no obstante, el canto revelaba que a quien no podía conquistar el emperador azteca era a una mujer anciana. Se dice que al escuchar este canto el emperador se carcajeó tanto que hizo miembro de su corte al cantor que declamó el canto. El canto en cuestión era uno de tantos poemas (o cantos, por que literalmente se cantaban) que era conocidos en tiempos prehispánicos como “cantos de cosquilleo”, y que eran de naturaleza sexual.

Con esto, se demuestra que los Aztecas ya conocían el doble sentido y conocían hasta la mentada de madre, a la cual denominaban como “nantenehua”, que quiere decir, literalmente, mencionar a la madre.

De carpas y barrios a la cultura mexicana

Esta forma de creación de ideas con el lenguaje figurado pasó de La Colonia y los mineros a los espectáculos gracias a los actores de crítica política. Personajes cómicos como Cantinflas, Resortes, Tin Tan, Palillo se encargaron de desahogar las penas de la población. La mayoría son albures con temática sexual, otros utilizan palabras que sean similares fonéticamente para dar otro significado. No se tratan de groserías corrientes y sin gracia, es manejar el lenguaje para dominar al otro.

Octavio Paz decía al respecto que “el albur, la agresión es de carácter masculino, simbólico y sexual; y el elemento femenino se ve convertido, de manera también simbólica, en objeto pasivo de uso y abuso. Puede considerarse como juego freudiano, dada su obsesión totalizante por el sexo”.

El albur es parte del folklore mexicano, por lo general, no causa molestia, es parte del humor intrínseco del mexicano que quiere regocijarse aplaudiendo engaños. ¿Cuáles son algunos de estos albures?

  • “No me agarren el chiquito por que empieza a chillar”.
  • “No sacudan tanto el chile, que se riega la semilla”.
  • “Oye chico, échame una mano con mi trabajo por favor”.
  • “No sacudas la cuna, que despiertas al niño”.
  • “Presta pa la orquesta”.
  • “No se apena, pásele joven”.
  • “Te molesto con el chile es que me agarra lejos”.

Festival del albur

En 2013, se realizó el primer Festival del Albur en Pachuca Hidalgo, como parte de los festejos del mes del Adulto Mayor; con el objetivo de preservar las tradiciones de nuestra cultura, el Gobierno del Estado de Hidalgo, la Presidencia Municipal de Pachuca  y la Fundación Arturo Herrera Cabañas invitaron a los adultos mayores del estado de Hidalgo a participar en este evento. Aunque éste fue el primer festival en el estado, este tipo de eventos se realizan desde 1998 en diferentes lugares y una de las mejores representantes de nuestro país con los albures es Lourdes Ruiz, quien cuenta con su puesto de ropa para bebés en Tepito.

Lourdes Ruiz fue ganadora del concurso donde se hizo llamar la Verdolaga Enmascarada y dice que “así como nos podemos reír de la muerte, nos podemos reír hasta de nuestras propias palabras. Es parte de nuestra cultura, es parte de nosotros mismos. Es como el picante, que en México se come mucho”.

 

¿Listo para alburear?