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Obras arquitectónicas: El origen del templo Expiatorio de Guadalajara

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Uno de los estilos arquitectónicos que caracteriza a México en diferentes estados de la República Mexicana es el Gótico y una de las más notorias es sin duda alguna el templo Expiatorio en Guadalajara. ¿Cuándo se construyó? ¿Quién fue el arquitecto? En Más México te contamos algunas cosas que probablemente no conocías de esta construcción:

Arte neogótico

El templo Expiatorio, está dedicado al Santísimo Sacramento y pertenece al llamado estilo neogótico. Dicho movimiento surgió en el siglo XIX y su objetivo era imitar la arquitectura gótica medieval. ¿Cuándo se inicia su construcción? Fue el 15 de agosto de 1897 y tardaron 75 años en finalizar esta construcción; sin embargo, la gente comenzó a entrar a este recinto el 6 de enero de 1931. El proyecto fue diseñado por Adamo Boario, afamado arquitecto italiano conocido también por sus obras como el Palacio de Bellas Artes y el Palacio de Correo, ambos en la CDMX. 

¿Por qué tardó tanto tiempo en finalizar la construcción? Esto se dio debido a problemas de estabilidad política y económica a raíz de situaciones del país como la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera y aunque el entonces presidente Porfirio Díaz fue quien mandó traer al arquitecto italiano, no pudo ver culminada la obra arquitectónica.

El pasado

El territorio donde se elaboró el Templo tiene más historia de la que parece ya que al hacer las excavaciones para el estacionamiento que está bajo la explanada frente al templo Expiatorio, se encontraron algunos materiales arqueológicos, que pueden ser el principio de alguna novedad interesante ya que al este existía Tonallan, y otro pueblo nombrado Tetlan (Tetlán). De igual modo, en los extremos del Valle, se encontraban las cabeceras de Zapopan, Atemajac, Zoquipan, Tesistán, Coyula y Huentitán. Éstas tenían su propio idioma, cultura y religión. En cuanto al culto religioso, fueron siempre parecidas entre ellas en toda Mesoamérica.

Obra de arte

El templo no se construyó con estructuras de cemente y hierro, sino que se realizó con piedra tallada. Los enormes vitrales son obra de Jaques y Gerard Degusseau de Orleans, Francia y del pintor Maurice Rocher de París. Las puertas son de madera de granadillo, fabricadas por Jesús Gómez Velazco y las figuras de bronce incrustadas fueron hechas por Benito Castañeda. Los tres tímpanos del frente de la iglesia son de mosaicos italianos realizados en la fábrica de mosaicos del Vaticano y representan: El Cordero Pascual (nave central), San Tarsicio (nave oriente) y San Pío X (nave poniente). Los tres fueron proyectados por el pintor y experto de los museos del Vaticano, Francisco Bencivenga.

Una de las partes del templo que más llama la atención de quienes lo admiran, es el reloj del templo, el cual fue importado de Alemania hasta 1969 y tiene cuatro carátulas iluminadas junto con un carrillon de 25 campanas que tocan 25 piezas musicales, tanto religiosas como populares. El costo del reloj fue de aproximadamente 450 mil pesos y fue instalado por técnicos alemanes. Al sonar alguna pieza musical, lo acompaña la peregrinación de las figuras de los doce apóstoles que originalmente se fijaron a las 9 am, 12 pm y 6 pm.