Conoce sus tipos
La calabaza es el fruto de la calabacera y pertenece a una familia conocida en nuestras cocinas las cucurbitáceas.
Así es, es pariente del calabacín del pepino de la sandía o del melón de las plantas trepadoras o rastreras de las que existen más de 800 variaciones en todo el mundo.
Noviembre se caracteriza por ser temporada de calabaza de Castilla.
Con ella se pueden realizar múltiples preparaciones o decorar las ofrendas.
Pero también existen otro tipo de calabazas que comúnmente consumimos.
Las calabazas que conocemos tienen una peculiar característica.
Estas calabazas se dividen en variedades de invierno y de verano.
Generalmente las calabazas de invierno tienen la piel y la carne dura, sin embargo, las calabazas de verano son más blandas y de carne jugosa.
Los calabacines suelen ser alargados y de color verde oscuro.
Gracias a su alto contenido de humedad suelen prepararse en estofado su previamente cocidos se pueden vaciar y rellenar con diferentes guisados.
Tienes que saber que las flores de esta calabaza también son comestibles.
Por otra parte, la calabaza mantequilla tiene una piel y su carne de color naranja.
El sabor de esta es dulce y se emplea en platos tanto dulces como salados.
De la misma manera las semillas de la calabaza se secan y se emplean como alimento dulce o salado, se pueden tostar y añadirse a sopas y ensaladas.
Estás calabazas se conservan aproximadamente por un mes estando totalmente cerradas y a temperatura ambiente.
La calabaza de Castilla es de Gran tamaño generalmente de forma elíptica.
Pulpa es anaranjada y de cáscara gruesa.
Está calabaza se utiliza para preparar el famoso dulce de calabaza.
En diferentes partes del país se agrega a los caldos de carne de res o pucheros.
Sus semillas son muy apreciadas para elaborar pipián es pastas de dulce.
Por último, el dulce de calabaza o calabaza en tacha es una preparación realizada a base de calabaza de Castilla.
Está se cuece en miel de piloncillo y un poco de canela.